Olvidada en la carretera quedo esta casa, con algunas pertenencias que ya solo son basuras, bienes obsoletos y superfluos en su momento, al no tener sus poseedores reparos en dejarlos atras, en olvidarse de ellos, quizas ahora solo sea una vieja silla, carcomida por la humedad y el ya no ser, pero esa silla en su momento cumplio una funcion, quizas fuera la silla de la que un bebe tembloroso, se tomo para dar sus primeros pasos o fuera la silla donde el padre de familia le contaba alegremente a su mujer sobre esa posibilidad de ascenso en la fabrica, o fuera la silla donde el abuelo se sentaba a ver pasar la gente junto con su resto de vida marchita.
Ahora solo es una silla rota, un elemento mas de un mundo que no vemos, de pequeños detalles e historias, de sueños, de olvidos, de esperanzas frustradas en el ya no ser, o peor aun, en el proceso del ya no ser, en ese trayecto de vida donde no se sabe que camino tomar, si es que todavia quedara camino.
El abandono de una casa es la prueba concluyente del final, del perder.
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